Mike Perry vuelve a donde forjó su leyenda más reciente. El 4 de octubre, en Newark, se medirá a Jeremy Stephens en un duelo sin guantes en las 175 libras. Será la primera visita de BKFC a la ciudad y un regreso esperado para el autoproclamado “King of Violence”.
Perry no pisa un ring de BKFC desde abril de 2024, cuando despachó a Thiago Alves en apenas un minuto. Aquel triunfo amplió su récord a 5-0 y reforzó su papel como rostro visible de la compañía, con victorias sonadas ante Eddie Alvarez y Luke Rockhold.
Tras esa racha, cruzó momentáneamente al boxeo profesional para enfrentarse a Jake Paul. Fue una experiencia breve y dura: acabó cayendo por nocaut técnico en el sexto asalto. Desde entonces, había quedado a la espera de un nuevo desafío sin guantes.
Ese reto lo encarna Jeremy Stephens. Con 3-0 en BKFC, también venció a Alvarez en enero. Poco después volvió a UFC para un evento en Iowa, pero perdió a los puntos frente a Mason Jones.
La construcción de este combate no fue sencilla. David Feldman, presidente de BKFC, explicó que primero se pensó en Darren Till, pero las negociaciones no prosperaron. Robbie Lawler apareció como alternativa, aunque su contrato con UFC y su posible retiro cerraron esa puerta.
Con Stephens confirmado, el cartel ya tiene su foco principal: dos peleadores con pasado UFC, invictos en BKFC, y con un historial de peleas explosivas. Newark será el escenario de un choque pensado para complacer a los aficionados más extremos.
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