El próximo 5 de julio, en Platja d’Aro, Cristóbal Lorente vivirá una noche especial. No solo será la segunda defensa del título de Europa del peso pluma, sino que por fin lo hará cerca de casa. Nacido en Barcelona, ha tenido que conquistar sus mayores logros lejos. Ganó el cinturón en Albania. Lo defendió en Italia. Ahora, ante su gente, buscará un triunfo que puede abrirle las puertas del ranking mundial.

No ha sido un camino fácil. En un deporte que muchas veces se mueve por intereses y oportunidades limitadas, Lorente ha tenido que demostrar su valor sin apoyos excesivos y fuera de su entorno. Eso lo ha hecho más fuerte. En el ring y en la vida. No es un boxeador de grandes gestos. Ni dentro ni fuera del cuadrilátero. Es inteligente, paciente y técnico, pero también decidido. Sabe esperar el momento. Y sabe aprovecharlo.

En el podcast ‘KO a la Carrera’, Cristóbal repasó esta etapa de su carrera. Sobre su presencia en Platja d’Aro, reconoció con sinceridad lo que significa: “Si hace tres años me dicen que iba a estar defendiendo el título de Europa en mi casa no me lo creería. Debo agradecer a BCN Boxing Nights y Opi Since 82 el esfuerzo para que pueda hacerlo. Tras ganarlo en Albania y defenderlo en Italia me hace mucha ilusión. También quiero agradecer a Rubén Gil, que ha aceptado la pelea. Tiene mucho que ganar y poco que perder, aún así es de agradecer que haya querido pelear”.

Su rival será Rubén Gil, un boxeador joven, pero peligroso. Lorente no quiere confianzas. “Quien diga que por tener ocho peleas me debo confiar se equivoca. Si está el número dos de España con tan pocas peleas, por algo será. Confío en la estrategia que Rafa Martín esté haciendo. He podido ver poco, pero sé que será una batalla táctica y dos boxeadores con cualidades similares”.

La pelea puede marcar un punto de inflexión. Si Lorente gana, su nombre empezará a sonar con más fuerza a nivel internacional. De hecho, ya tuvo un cara a cara con Michael Conlan tras la última pelea del irlandés. Un cruce que dejó entrever que hay interés por un combate entre ambos. En la entrevista con KO a la Carrera, Lorente fue claro: “No hubo nada raro. Las fechas que había propuestas o no le iban bien a uno u al otro. En mi caso no podía estar tanto tiempo parado. Por ello mi equipo decidió buscar esta opción. Creo que la pelea se acabará dando y espero que sea este año. Él a mí me da prestigio y me puede ayudar a posicionarme mundialmente y yo a él le sirvo como trampolín. Está de vuelta y necesita una victoria de este estilo para pensar en grandes combates”.

El sueño mundialista está presente. Pero antes, queda una defensa más. Una noche más. Una batalla más. Cristóbal Lorente, el campeón tranquilo que habla con los puños y piensa con la cabeza, quiere seguir escalando. Y lo quiere hacer desde casa, frente a los suyos. Platja d’Aro puede ser el principio de algo aún más grande.

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