Gennady “GGG” Golovkin vuelve a puesto su nombre en la palestra. El kazajo, de 43 años, no sube a un ring desde septiembre de 2022, cuando perdió por decisión unánime ante Canelo Álvarez en el tercer capítulo de su histórica rivalidad. Nunca anunció su retirada de forma oficial, pero su vida se fue alejando del cuadrilátero. En 2024 aceptó un nuevo desafío: fue nombrado presidente del Comité Olímpico de Kazajistán, un cargo que lo situó en la élite de la gestión deportiva y lo mantuvo muy presente durante los Juegos Olímpicos de París 2024.
Su influencia en el boxeo amateur también creció. Con la creación de World Boxing como nuevo organismo regulador del boxeo olímpico, GGG fue designado como nexo de unión entre ese ente y el Comité Olímpico Internacional, reforzando su rol institucional. Sin embargo, su pasión por el ring parece seguir intacta. La semana pasada asistió al primer Mundial de la nueva era del boxeo amateur y dejó una frase que desató la expectación. Preguntado por Boxing News sobre un posible regreso, respondió con una sonrisa: “¿Sí, por qué no? Siento mis viejas emociones”.
Golovkin no dio pistas sobre fechas ni rivales. “Ese es mi secreto”, se limitó a decir. Pero esas pocas palabras bastaron para reactivar la ilusión de los aficionados que añoran su pegada demoledora y su estilo implacable. Con un récord profesional de 42 victorias (37 KO), 2 derrotas y 1 empate, GGG es una de las figuras más influyentes del boxeo de este siglo, campeón unificado del peso medio durante años y protagonista de clásicos modernos frente a Canelo, Daniel Jacobs o David Lemieux.
Entre las especulaciones sobre su futuro surge inevitablemente un nombre: Terence Crawford. El estadounidense, campeón indiscutido en varias divisiones, atraviesa el mejor momento de su carrera tras vencer a Canelo Álvarez en 2025. Crawford busca grandes desafíos, y un combate con Golovkin, incluso a los 43 años del kazajo, tendría un enorme atractivo mediático. Deportivamente estaría claro, pero sería suculento para ambos. Además, el estadounidense podría defender su corona indiscutida del supermedio ante alguien de un tamaño similar a Canelo.
Crawford podría encontrar en Golovkin un rival con nombre, historia y un estilo que garantiza espectáculo. Un choque entre ambos significaría un duelo generacional: el kazajo como leyenda consolidada y el estadounidense como heredero de la grandeza.
Por ahora, Gennady Golovkin sigue guardando su secreto y todo no es más que una hipótesis. Lo único cierto es que su legado permanece intacto y que, con una sola frase, ha logrado que el mundo del boxeo imagine una posible cita de lujo: GGG frente a Terence Crawford, un combate que enfrentaría a una leyenda con un campeón en plenitud y que, de concretarse, sería uno de los grandes eventos de la década.
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