El WBC ha dado un paso clave en la historia reciente del boxeo femenino. Katie Taylor, campeona indiscutida del peso superligero, recibió este miércoles el estatus de campeona emérita, una distinción que le permite apartarse del ring sin perder el privilegio de disputar su cinturón cuando decida regresar. La decisión, tomada por unanimidad por la Junta de Gobernadores del organismo, llega después de que la irlandesa comunicara que necesita tiempo para asuntos personales.

“Nos informó que planea tomarse un tiempo fuera del ring para atender asuntos personales”, detalló Mauricio Sulaimán, presidente del WBC. Con este movimiento, el cinturón queda vacante y Chantelle Cameron, actual campeona interina, ha sido mandatada para enfrentar a Sandy Ryan por el título mundial superligero.

La noticia confirma lo que ya se intuía desde hace semanas. Eddie Hearn, su promotor en Matchroom Boxing, había adelantado que Taylor “no piensa en pelear ahora y no volverá hasta, como mínimo, la próxima primavera”. Y la propia boxeadora, de 39 años, deslizó recientemente que podría hacer solo una pelea más antes de retirarse, una confesión que encendió las alarmas sobre el final de su carrera.

Taylor se despide, al menos temporalmente, en la cima. Su última actuación fue en julio, en un Madison Square Garden que rugió con su victoria por decisión mayoritaria sobre Amanda Serrano, un combate que ya se considera un clásico del boxeo femenino. Ese triunfo no solo reforzó su legado, sino que demostró que sigue compitiendo al más alto nivel, con un récord de 25-1 (6 KO) y un palmarés que abarca títulos en peso ligero y superligero.

El estatus de campeona emérita garantiza que, si decide volver, Taylor pueda disputar directamente el cinturón que deja vacante. Pero también deja claro que su carrera entra en un punto de inflexión. Para muchos, la irlandesa es la figura que cambió para siempre la percepción del boxeo femenino, desde sus inicios como pionera hasta las noches históricas en Nueva York o Dublín.

Mientras ella reflexiona sobre su futuro, la división sigue su curso. Cameron y Ryan se preparan para un enfrentamiento que definirá a la nueva reina de las 140 libras, aunque con la certeza de que, si Taylor lo desea, siempre tendrá la puerta abierta para un último baile.

A sus 39 años, y tras haberlo ganado todo, Katie Taylor puede tomarse el tiempo que necesite. Su nombre ya está escrito en la historia. Solo falta saber si nos regalará una última función o si su épica victoria ante Serrano fue, en realidad, el cierre perfecto a una carrera legendaria.

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