El ruso Arslanbek Makhmudov (21-2, 19 KO) tuvo que resistir la presión de un combativo Dave Allen (24-8-2, 19 KO) para imponerse por decisión unánime (115-111, 116-110, 117-109) en el Utilita Arena de Sheffield. Fue una pelea de desgaste, con dos deducciones de puntos para el visitante y varios asaltos de gran intensidad.

Allen comenzó mejor. En el primer round conectó un gancho de izquierda que hizo tambalear a su rival. Makhmudov reaccionó de inmediato, utilizando su jab para marcar la distancia y frenando los intentos del británico de acortar el espacio. En el segundo asalto, un golpe bajo de Allen obligó a detener la pelea unos instantes, pero el ruso volvió con ritmo y potencia, imponiendo su físico.

El británico trató de llevar el combate a su terreno. En el quinto asalto, “The White Rhino” castigó al cuerpo y conectó una combinación que levantó al público. Makhmudov se vio obligado a responder con mayor actividad, aunque recibió advertencias del árbitro por sujetar. La primera deducción llegó en el séptimo round, cuando Steve Gray le quitó un punto tras reiteradas acciones en el clinch.

Allen creció con el paso de los minutos. En el noveno asalto, encontró el golpe más claro de la pelea: una derecha al rostro que hizo volar el protector bucal de su rival. Siguió con una ráfaga de golpes que puso en aprietos al ruso, que logró aguantar hasta la campana. Sin embargo, el desgaste comenzó a notarse en el británico, que perdió ritmo en el décimo asalto ante la mayor consistencia de Makhmudov.

El ruso fue penalizado de nuevo en el duodécimo round, esta vez por empujar a su oponente contra las cuerdas. Allen buscó el nocaut en los instantes finales, pero Makhmudov resistió los envites y cerró el combate con los brazos en alto. Las tarjetas reflejaron su dominio técnico y su mejor gestión del ritmo a lo largo de la pelea.

Tras la victoria, Makhmudov lanzó un mensaje directo: “Anthony Joshua, ¿dónde estás? Voy a por ti, hermano. Ya hablamos por Instagram. Me prometió que pelearíamos el año que viene. Estoy listo”. El ruso dejó claro su deseo de enfrentarse al excampeón británico, un combate que podría materializarse en 2026 bajo la promotora Matchroom Boxing.

El público de Sheffield reconoció el esfuerzo de ambos. Allen, fiel a su estilo, ofreció una pelea valiente y constante, mientras que Makhmudov se apoyó en su potencia y volumen de golpes para asegurar la victoria. Fue una batalla de desgaste, sin caídas, pero con ritmo alto y gran entrega.

Con este triunfo, Makhmudov recupera protagonismo entre los pesos pesados y apunta a un desafío mayor. La meta ya está fijada: Anthony Joshua. El ruso quiere ese combate, y sus palabras lo dejaron claro: “Estoy listo”.

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