Oleksandr Usyk no tiene prisa. El campeón indiscutido de los pesos pesados quiere detener el reloj después de una etapa extenuante en su carrera. Tras su triunfo frente a Daniel Dubois en Wembley, el ucraniano ha decidido escuchar a su cuerpo antes de pensar en el siguiente paso de su legado.

Nada más derrotar a Dubois por nocaut en el quinto asalto, la WBO ordenó a Usyk enfrentarse con Joseph Parker, su campeón interino. El organismo fijó 30 días desde el 22 de julio para negociar la pelea antes de ordenar una subasta. El equipo de Usyk solicitó 90 días adicionales, pero finalmente solo se concedió una extensión de 30 días.

Ese movimiento refleja la voluntad del equipo de evitar decisiones apresuradas. El entorno del campeón quiere garantizar que su recuperación física sea completa antes de volver al ring. La presión de los organismos es evidente, pero Usyk no parece dispuesto a dejar que marquen su ritmo.

El entorno de Usyk habla de sus planes

Serhii Lapin, amigo de la infancia de Usyk y director de su equipo, explicó la situación en declaraciones a Ready to Fight. “En el último año y medio, Oleksandr ha logrado una hazaña histórica: ser campeón indiscutido dos veces en los pesos pesados. Eso exigió un esfuerzo físico y mental enorme, además de grandes sacrificios”, recordó.

Lapin insistió en que ahora el campeón necesita parar. “Se ha ganado el derecho a que su cuerpo se recupere. Muchas veces hay lesiones invisibles desde fuera. También merece descansar y estar con su familia. Lo más importante es que ha ganado el derecho a elegir su futuro y a tomarse el tiempo que necesite”, añadió.

La pausa llega después de un recorrido demoledor. En 2024 derrotó dos veces a Tyson Fury, quitándole el estatus de campeón indiscutido y firmando un capítulo histórico en la división. Luego aceptó el reto de Dubois, al que despachó en cinco asaltos con un nocaut contundente. En poco más de un año, Usyk peleó con los rivales más duros, soportó campos de entrenamiento intensos y cargó con la presión de representar a su país.

Parker, ante la gran oportunidad

Mientras tanto, Joseph Parker espera en silencio. El neozelandés, actual campeón interino de la WBO, se mantiene como el nombre escrito en la hoja de ruta del organismo. Para él, un combate con Usyk sería la mayor noche de su carrera. Después de varias victorias que lo han devuelto a la élite, Parker busca la confirmación definitiva. La posibilidad de proclamarse campeón mundial absoluto es un objetivo que lleva persiguiendo desde hace años.

De momento no hay certezas. Lo único claro es que Usyk se toma su tiempo. Recupera su cuerpo, dedica horas a su familia y piensa con calma. El campeón indiscutido quiere que su próxima decisión no solo sea estratégica, sino también humana. Mientras tanto, la división de los pesados aguarda expectante la próxima jugada de un hombre que ha marcado la era.

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