El tiempo no perdona. Pero hay hombres que insisten en desafiarlo. Manny Pacquiao tiene 46 años. No pelea desde agosto de 2021. No gana desde julio de 2019. Se retiró como leyenda. Pero este sábado, en una noche que suena a ficción, volverá a subir al ring. Enfrente, el campeón mundial del WBC del peso wélter: Mario Barrios.

La escena tiene aroma a imposible. Pero también a historia. Porque no hay otro como él. Campeón mundial en seis divisiones reconocidas. Más de dos décadas en la élite. El único en haber reinado del peso mosca al superwélter. Rápido, zurdo, valiente. Un fenómeno. Un símbolo. Un luchador de pueblo que conquistó el mundo.

Desde su última pelea —una derrota ante Yordenis Ugás— Pacquiao se dedicó a la política. Fue senador en Filipinas. Siguió entrenando, pero no peleó. Su cuerpo descansó. Su fuego, no.

Esta vez, para el Pacquiao vs Barrios, ha hecho el campamento con Freddie Roach en Los Ángeles. En Wild Card. Como en sus mejores tiempos. Como cuando noqueaba a Cotto, a Hatton, a De La Hoya. Como cuando sus piernas volaban y sus manos eran tormenta.

Pero el tiempo pesa. Los reflejos ya no son los de antes. La resistencia, tampoco. Pacquiao busca lo que nadie ha logrado: volver con casi 50 años y recuperar un cinturón mundial legítimo. No hay precedentes. Solo fe.

Al otro lado, Mario Barrios, campeón absoluto del Consejo Mundial de Boxeo. Un boxeador técnico, alto, con gran control de la distancia. Zurdo de escuela. No tiene el poder de otros, pero golpea donde duele y no regala nada. Su estilo es cerebral. Y su momento, óptimo. Llega tras vencer con claridad a Ugás y Joshua Franco. Está en su pico.

Para Barrios, es una noche de consagración. No pelea solo contra Pacquiao. Pelea contra la historia. Si gana, puede decir que venció al más grande de su tiempo. Si pierde, quedará como el que permitió el milagro.

Pacquiao vs Barrios: ¿Tienes opciones el filipino?

¿Qué se puede esperar? Una pelea de ritmo alto en los primeros asaltos. Pacquiao saldrá con velocidad. Buscará cortar la distancia y conectar en ráfagas. Pero deberá cuidar su defensa. Barrios es más joven, más fresco y tiene mayor alcance. Si logra frenarle las piernas, puede dominar desde fuera.

Pero con Pacquiao nunca se sabe. Es el boxeador del giro inesperado. El hombre que hizo carrera rompiendo las reglas no escritas del deporte. Si su físico le responde, si su velocidad aparece, puede sorprender.

Este combate no se vende por lógica. Se vende por fe. Porque si alguien puede lograrlo, es él. Porque no hay muchos nombres que hagan vibrar una arena. Y Pacquiao todavía lo hace.

Este sábado no solo vuelve un campeón. Vuelve una leyenda. Contra el reloj. Contra el cuerpo. Contra el olvido. Manny Pacquiao pelea una vez más. Y eso, por sí solo, ya es una victoria.

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