Cuando suene la campana, Shakur Stevenson y William Zepeda se mirarán al centro del ring como dos mundos opuestos que colisionan. Uno es precisión, cálculo y paciencia. El otro, agresividad, ritmo y caos. En juego estará el cinturón mundial WBC del peso ligero, pero también una verdad mayor: quién merece reinar en la división más feroz del boxeo actual.
La cita será el 12 de julio, apenas unas horas después del histórico evento femenino en el Madison Square Garden. El escenario: el Prudential Center de Newark, casa de Stevenson. Será su momento de redención tras una actuación gris ante Edwin De Los Santos, en la que ganó pero no convenció. Ahora no puede fallar. El público no se lo perdonaría. Él tampoco.
Zepeda llega como un tren sin frenos. Invicto, con un ritmo de golpeo que asfixia y una voluntad de hierro. No es el púgil más técnico, pero sí uno de los más incómodos del mundo. Cada pelea suya es una guerra de desgaste. Si consigue llevar a Shakur a su terreno, puede firmar la mayor victoria de su carrera.
Pero Stevenson no es cualquiera. Es un campeón olímpico, dos veces monarca mundial en diferentes divisiones, y uno de los boxeadores más esquivos de la era moderna. Sabe lo que es controlar el ritmo, anular rivales, convertir el boxeo en ajedrez. Si logra frustrar a Zepeda desde el primer asalto, el combate podría inclinarse a su favor por vía táctica.
Es el choque de estilos más puro que se puede ofrecer hoy en el boxeo. El invicto mexicano viene a romperlo todo. El genio estadounidense, a demostrar que el control puede ser tan destructivo como la violencia.
Subriel Matías quiere reinar de nuevo ante el eterno underdog
En el respaldo de la cartelera, una batalla igual de intensa promete robarse parte del protagonismo. Alberto Puello y Subriel Matías se enfrentarán por el campeonato mundial del peso superligero IBF, en un duelo entre dominicano y puertorriqueño que resucita una vieja rivalidad entre islas hermanas y enemigas.
Puello, campeón en receso por problemas extradeportivos, regresa con el deseo de recuperar lo que siente suyo. Boxea con temple y recursos. No se arruga, ni siquiera ante rivales más explosivos. Pero Matías no es cualquier rival.
Subriel Matías es puro castigo. Uno de los pegadores más temidos del boxeo actual. Cada combate suyo es una exhibición de resistencia y agresión. Si Puello no logra mantener la distancia y enfriar la pelea, la noche puede ser corta y dolorosa.
Dos campeonatos mundiales. Dos estilos enfrentados. Una velada que puede alterar para siempre la jerarquía del peso ligero y superligero. El boxeo, en su estado más salvaje y sublime.
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