Oleksandr Usyk ha cambiado los tiempos. El campeón indiscutido del peso pesado ha pedido a la WBO una prórroga para negociar su defensa obligatoria contra Joseph Parker. El motivo: una lesión.

El plazo original para acordar la pelea concluía en la tercera semana de agosto. La orden del organismo llegó hace un mes, cuando Parker, campeón interino, se ganó el derecho a retar a Usyk.

Frank Warren, promotor del neozelandés, asegura que, pase lo que pase, Parker peleará por el cinturón. Si Usyk lo deja vacante, el rival saldría del combate entre Moses Itauma y Dillian Whyte, que se disputa este sábado en Arabia Saudí.

Esa opción abriría una oportunidad única para Itauma. Con 20 años, invicto y número uno en el ranking WBO, pasaría de enfrentar a un veterano como Whyte a jugarse un campeonato mundial contra un exmonarca como Parker.

David Higgins, otro de los hombres detrás de Parker, recuerda que Itauma no ha pisado la élite ni en el campo amateur ni en el profesional. Doce victorias, diez por nocaut, pero ante rivales muy por debajo del nivel que exige un combate mundialista.

Parker, en cambio, acumula 36 triunfos y 24 nocauts, además de un título interino que conquistó en marzo ante Zhilei Zhang. Desde su derrota ante Joe Joyce en 2022, ha encadenado seis victorias guiado por Andy Lee.

Usyk, que no pelea por debajo del máximo nivel, noqueó a Daniel Dubois el pasado 19 de julio en Wembley para retener sus cinco cinturones. Su decisión marcará si Moses Itauma da, de golpe, el salto más grande de su carrera.

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