La noche del PFL World Tournament 9, celebrada en el Bojangles Coliseum de Charlotte, dejó tres combates principales que marcaron la diferencia en la temporada de la compañía. Tres finales, tres historias distintas y un mismo desenlace: la confirmación de que este formato, con torneos a contrarreloj, es capaz de ofrecer tensión y drama hasta el último segundo. Alfie Davis, Liz Carmouche y Marcirley Alves se llevaron la gloria, los cinturones y medio millón de dólares como premio. 

Alfie Davis se consagra en la final del peso ligero

El combate estelar enfrentó a Alfie Davis y Gadzhi Rabadanov en la final del peso ligero. Fue un duelo marcado por los contrastes: la presión constante del ruso frente al dinamismo y la creatividad del británico. Davis supo resistir los derribos y la insistencia de su rival, y encontró en los momentos clave los recursos para marcar la diferencia. El quinto asalto fue decisivo. Allí, Davis conectó con rodillas voladoras y manos limpias que terminaron inclinando el veredicto de los jueces. Tras cinco asaltos igualados, el británico se llevó la victoria por decisión unánime en las tarjetas (48-47 en todas ellas), proclamándose campeón del torneo y abriéndose paso hacia una nueva etapa de su carrera.

Liz Carmouche impone su pegada

La coestelar dejó una de las imágenes más espectaculares de la velada. Liz Carmouche y Jena Bishop se midieron por el título del torneo de peso mosca femenino. Durante los dos primeros asaltos hubo intercambio de ritmos: Bishop buscó las transiciones al suelo, llegando a amenazar con sumisiones muy cerradas, mientras Carmouche mostró su experiencia para salir de las posiciones comprometidas y devolver castigo en los intercambios de pie. El tercer asalto fue el desenlace. Carmouche conectó un gancho de izquierda brutal que envió a Bishop a la lona. La definición llegó con una ráfaga de golpes que obligó al árbitro a detener la pelea en el momento exacto, decretando el TKO. La veterana volvió a demostrar que su pegada puede decidir campeonatos.

Alves resiste y se corona en el peso gallo

En la final de los gallos, Marcirley Alves y Justin Wetzell ofrecieron un combate áspero, de resistencia y ajustes constantes. Desde el primer asalto, Alves impuso su boxeo, con manos rectas y contras certeras que le permitieron tomar ventaja en las tarjetas. Wetzell, sin embargo, nunca dejó de presionar. En el cuarto y quinto asalto intentó cambiar el guion con derribos y rodillazos voladores que pusieron en apuros al brasileño. Alves resistió las embestidas y mantuvo la calma en los últimos segundos, mostrando temple en el intercambio final. La decisión unánime (49-46, 48-47, 48-47) reflejó la ligera superioridad de Alves, que consiguió el campeonato del torneo y un triunfo que puede cambiar su carrera.

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