Costello van Steenis habla con la seguridad de quien ha vivido la noche más grande de su carrera. Su victoria frente a Johnny Eblen fue inesperada para muchos, pero contundente. Una sumisión que no solo le dio el cinturón de peso medio de la PFL, sino también un lugar en la historia reciente de las MMA. Para él, ese título tiene un valor distinto al que levantó Fabian Edwards días atrás.

El neerlandés lo explica sin rodeos. “Ellos pelean por el cinturón ‘B’ y yo tengo el cinturón ‘A’”. Así resumió su opinión antes de que Edwards se proclamara campeón del torneo al noquear a Dalton Rosta en Hollywood, Florida. Van Steenis estuvo presente, atendió a la prensa y hasta subió al octágono para encarar al británico tras su triunfo. El futuro está trazado: ambos se verán las caras antes de que acabe el año.

La expectación, sin embargo, también giraba en torno a una posible revancha con Eblen. La historia parecía pedirla, ya que el excampeón de Bellator había sido dominante hasta caer contra Van Steenis. Pero el campeón neerlandés se muestra paciente. “Estoy seguro de que habrá revancha más adelante, pero ahora mismo mi próximo combate es contra Fabian Edwards”, reconoció.

El duelo entre Van Steenis y Edwards promete un choque de estilos y narrativas. El neerlandés llega con el impulso de su gran victoria, convencido de que posee el cinturón principal de la PFL. Edwards, por su parte, busca demostrar que el torneo que ganó también lo legitima como campeón. Dos visiones enfrentadas en un mismo escenario.

Más allá del nombre del rival, Van Steenis tiene claro que quiere seguir compitiendo pronto. Su pelea contra Eblen fue la única en todo 2025 y no desea que el año se cierre así. “Estoy listo para lo que venga. Dadme unas semanas y estaré preparado. Me encantaría que fuera en España”, declaró. Una idea que cobra fuerza en un momento de expansión internacional de la PFL.

Esa mención a España no es casual. La compañía ya ha explorado nuevas sedes en África y Oriente Medio, y Europa aparece en el horizonte inmediato. Van Steenis se presenta como un campeón dispuesto a ser embajador y a llevar el cinturón fuera de Estados Unidos. Una defensa en territorio español supondría un paso importante para abrir mercado y darle visibilidad a la organización.

El contexto añade dramatismo. La PFL vive su primera etapa tras absorber a Bellator y redefinir sus competiciones. La coexistencia de un cinturón de temporada y uno de campeonato genera debates internos que figuras como Van Steenis aprovechan para remarcar su lugar. Él se considera el portador del título auténtico, y busca confirmarlo en el octágono.

Así, la recta final del año se perfila como decisiva. Edwards levantó su trofeo con autoridad, pero Van Steenis ya lo espera con la convicción de que solo hay un verdadero campeón. Entre el brillo del torneo y la solidez del cinturón absoluto, Manchester, Madrid o cualquier ciudad que acoja el combate puede ser testigo de una disputa que trasciende el oro: la del reconocimiento.

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