Patrick Habirora sonríe, pero no engaña a nadie. Detrás de su rostro tranquilo, late el hambre de un luchador que quiere dejar huella en Europa. El 5 de julio, en el ING Arena de Bruselas, tendrá la gran oportunidad de confirmarse como uno de los nuevos nombres propios del circuito. Enfrente le espera Danny Roberts, un veterano curtido en mil batallas.

Habirora, de 24 años, llega invicto con un récord de 6-0, cinco de esas victorias por la vía rápida. Sus puños pesan como bloques de hormigón. Por eso le llaman el “Belgian Bomber”. Su estilo es agresivo, técnico y letal. Busca acabar antes de que su rival reaccione.

En el octágono no le tiembla la mano. Heredó la dureza de Namur, su ciudad natal, y la mentalidad competitiva de una familia que siempre lo empujó a superarse. En su etapa amateur ya demostró madera de campeón, con títulos europeos y medallas IMMAF. Desde que se pasó al profesionalismo en 2024, todo ha sido ascenso.

Ahora, la Professional Fighters League (PFL) lo coloca en el escaparate grande. Encabezar una cartelera en casa, con su público, supone una presión enorme. Pero también una motivación gigantesca. Patrick lo sabe. Quiere demostrar que Bélgica puede exportar campeones, igual que hace su hermano Leon en UFC.

“Me gusta la presión. Me hace mejor”, suele repetir. Y no hay duda de que el desafío ante Roberts será la mayor prueba de su carrera. Danny es experimentado, con recorrido en UFC y con el instinto del guerrero que ya lo ha visto todo. Será el rival perfecto para medir hasta dónde llega la pegada, la calma y la precisión de Habirora.

La PFL tiene grandes planes con él. Su debut en la liga europea impresionó. En Lyon, en diciembre, noqueó de forma salvaje a Catalin Safta. Fue un highlight rotundo que dio la vuelta a redes. Desde entonces, el nombre de Patrick circula como uno de los talentos más prometedores del continente.

La pelea del 5 de julio en Bruselas no solo vale un triunfo. Puede ser el paso definitivo para aspirar al cinturón y ganarse el respeto de la división. En PFL Europa están hambrientos de figuras carismáticas y finalizadores. Habirora encaja en ese molde.

Su pegada no es lo único que destaca. Tiene base de jiu-jitsu brasileño, excelente defensa en el suelo y un control de distancia muy trabajado. Un estilo que combina potencia con inteligencia. Y un carisma natural que conecta con la grada. En redes muestra cercanía, autenticidad y ganas de crecer.

Roberts no regalará nada. Viene con la veteranía, con más de 20 combates a nivel mundial. Sabe cómo sobrevivir, cómo empujar al límite a los jóvenes hambrientos. Ahí estará el gran interrogante: ¿podrá Patrick mantener la calma si la pelea se alarga?

Bélgica mira atenta a su nuevo héroe. Un joven de 24 años que podría colocar la bandera belga en el mapa grande de las MMA. El 5 de julio se escribirá un nuevo capítulo. Puede ser el inicio de la leyenda. O la noche en que Danny Roberts frene al “Belgian Bomber”.

Habirora lo tiene claro: “Quiero ser el mejor y no me asusta nadie”. El ING Arena rugirá con él. Y el mundo de las MMA también mirará con lupa.

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