Jon Jones ya no enfrenta cargos por el supuesto abandono de un accidente de tráfico en Nuevo México. La fiscalía ha decidido retirar la acusación tras considerar que la defensa del excampeón de UFC resultaba creíble. El caso queda archivado y, una vez más, la figura de “Bones” emerge de la sombra de la polémica.

La noticia fue confirmada por su abogado, Christopher Dodd, quien celebró públicamente que se haya demostrado la inocencia del peleador. “Hemos sido totalmente reivindicados. Desde el principio explicamos que una mujer hizo una acusación falsa contra Jon para evitar ser arrestada por conducir bajo los efectos del alcohol. Lamentablemente, la policía aceptó esa versión sin valorar los hechos”, declaró el letrado a Sportsnet.

Los documentos entregados a la defensa demostraron que los registros de teléfono móvil de Jones lo situaban lejos del lugar del accidente. Esa prueba fue determinante para que la fiscalía de Nuevo México presentara un Nolle Prosequi, el procedimiento por el cual se descartan formalmente los cargos. El escrito, firmado por el fiscal adjunto Joshua D. Boone y obtenido por MMA Fighting, fue claro: “Tras una investigación adicional, el Estado considera que la coartada del acusado es creíble. Por lo tanto, se desestima este asunto”.

El caso había comenzado en febrero de este año, cuando una mujer involucrada en un accidente de tráfico afirmó que Jon Jones era el conductor y que huyó tras el choque. Los agentes añadieron en su informe que la denunciante mostraba signos “de intoxicación significativa” y que “carecía de ropa de cintura para abajo” en el momento de ser localizada.

La defensa del excampeón negó cualquier implicación desde el primer momento. “Jon no conducía esa noche; ni siquiera estaba en el coche”, aseguró Dodd. “Una mujer en estado de embriaguez utilizó una acusación falsa para evitar ser detenida por DWI, y la policía cayó en la trampa”.

El abogado criticó con dureza la actuación del departamento de policía de Albuquerque. “Es increíble que se gasten tantos recursos en un caso como este. Llegaron incluso a solicitar los registros telefónicos de Jon durante una investigación de tráfico menor. Todo apunta a que lo estaban persiguiendo de forma impropia”, añadió.

Con el archivo del caso, Jones puede pasar página. A sus 38 años, el excampeón indiscutido de peso semipesado de UFC se había retirado en junio de 2025 tras una carrera irregular en sus últimos años, con apenas dos peleas desde 2020. No obstante, el estadounidense nunca ha cerrado del todo la puerta a un regreso.

El propio Jones dejó caer la posibilidad de reaparecer en 2026, coincidiendo con el proyectado evento de UFC en la Casa Blanca el 4 de julio. El CEO de la compañía, Dana White, fue tajante: “Las posibilidades son de una en mil millones”. Pero Jones respondió con la frase que resume gran parte de su carrera: “Una entre mil millones es exactamente lo que hizo falta para que existiera Jon ‘Bones’ Jones en primer lugar”.

El desenlace judicial lo coloca, una vez más, en una posición de libertad total para decidir su futuro. No quedan cargos pendientes, no habrá sanciones. La incógnita es si la historia deportiva de Jon Jones terminará en aquel anuncio de retiro o si, fiel a su estilo, todavía guarda un último capítulo para desafiar al destino.

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