La noche en el Martín Carpena dejó una imagen clara de lo que fue la pelea de Samuel Molina. Subió al ring con un pantalón blanco y terminó con él teñido de rojo, reflejo del esfuerzo y la batalla que tuvo que librar contra el francés Sandy Messaoud. El malagueño defendía el título europeo del peso wélter que conquistó cuatro meses atrás, pero no esperaba un combate tan exigente. Messaoud, con 20 victorias en 27 peleas, demostró ser un rival incómodo desde el primer asalto. Molina fue de menos a más y, pese a las dificultades, logró retener su corona por decisión unánime (116-112, 115-113).

El ambiente en Málaga estuvo a la altura de la ocasión. Más de 6.000 personas apoyaron al campeón, un respaldo que confirma el estatus que ha alcanzado en su ciudad. Cuando el speaker anunció la decisión de los jueces, Molina celebró con su equipo, consciente de la dureza del combate y del significado de esta victoria. Defender con éxito un título europeo supone un paso más en la consolidación internacional. Además, Messaoud poseía un cinturón intermedio del WBC, lo que ayudará a “La Esencia” a ganar posiciones en el ranking del organismo.

El triunfo no fue fácil. Messaoud no era un virtuoso en cuanto a técnica, pero con lo básico logró complicar a Molina en los primeros compases del combate. Los golpes rectos del francés fueron un problema que el malagueño tardó en descifrar. En la mitad del pleito, el campeón iba por detrás y necesitaba remontar. El duelo era ajustado, pero parecía inclinarse hacia el lado menos esperado. Sin embargo, cuando Molina encontró su ritmo, el guion cambió. Aceleró el ritmo, asfixió a Messaoud y terminó imponiéndose en las cartulinas.

Como es habitual, la EBU le permitió a Molina realizar una defensa voluntaria. Messaoud ocupaba el quinto puesto en el ranking continental, pero ahora toca cumplir con la obligación de enfrentar al retador oficial, Anas Messaoudi (16-0, 10 KO). La pelea tendrá que resolverse en una subasta, lo que determinará si el combate se celebra en Bélgica o si el español puede seguir boxeando en casa. Lo visto este sábado dejó claro que, con el apoyo del público, cualquier escenario es posible. “La Esencia” continúa soñando en grande con su cinturón europeo en mano. Con un récord de 32 victorias (15 KO) y solo 3 derrotas, su juventud le permite mirar al futuro con ambición. Los Mundiales pueden esperar, porque el camino que está trazando, tarde o temprano, lo llevará hasta allí. Molina sabe brillar cuando el boxeo se lo permite, pero también sabe sufrir cuando es necesario.