Alex Pereira volvió a demostrar en el UFC 320 que es uno de los peleadores más determinantes de su generación. En apenas ochenta segundos, el brasileño noqueó a Magomed Ankalaev y recuperó el cinturón del peso semipesado. Lo hizo con la frialdad y la contundencia de siempre, confirmando que su historia dentro del octágono está lejos de haber terminado.

El combate fue un vendaval. Pereira salió con una actitud completamente distinta a la de su primer enfrentamiento ante Ankalaev. Entonces se mostró más reservado, más precavido. Esta vez no esperó. Conectó una serie de rectos, un volado de derecha y un uppercut que desarmó por completo al ruso. Herb Dean detuvo la pelea a los 1:20 del primer asalto. Victoria, título y redención.

Tras la pelea, el brasileño habló de lo mucho que significaba esta revancha. “La venganza es un veneno, pero esta vez vine preparado”, dijo. Luego pidió un minuto de silencio por Arthur Jones, hermano del excampeón Jon Jones, recientemente fallecido. Un gesto de respeto en medio del ruido.

Sin embargo, lo más interesante del fin de semana no ocurrió dentro del octágono, sino después. En la rueda de prensa posterior al evento, Dana White reveló que Pereira podría tener planes más ambiciosos de cara al futuro.

El deseo de subir al peso pesado

“Esta mañana estaba en el Performance Institute y le vi allí. Me dijo que quería pelear en el peso pesado”, explicó White. “Le dije que primero ganase esta noche y después ya hablaríamos del futuro”. El presidente de UFC añadió que todavía ve al brasileño con mucho recorrido en el peso semipesado, pero no descartó que el cambio acabe ocurriendo.

“Creo que tiene peleas muy interesantes en el peso semipesado todavía, pero él ha sido un chico muy importante para la empresa. Lo ha dado todo por nosotros. Estaba de vacaciones en Australia, le llamamos por una baja, vino y peleó. Ha peleado con lesiones… siempre estaba”, añadió.

White también quiso dejar clara su postura: no lo ve claro todavía. “Él es un peso medio y subir al pesado es un salto muy grande. Además, en este momento tiene peleas atractivas en su categoría. Aun así, lo tendremos en cuenta y si lo quiere, acabará pasando”.

La puerta, por tanto, está entreabierta. Pereira no lo ha confirmado públicamente, pero su ambición es conocida. Ya conquistó el peso medio y el semipesado, y la idea de lograr un tercer cinturón lo seduce. Sería una hazaña histórica.

Mientras tanto, los nombres que se barajan como posibles rivales en el semipesado son potentes. Jiri Prochazka, que venció a Khalil Rountree en la misma cartelera, se perfila como candidato número uno a una nueva oportunidad por el título. También Carlos Ulberg avanza posiciones tras su última victoria. Ambos representan retos interesantes para un campeón que parece encontrar su motivación en los desafíos más difíciles.

El dilema para Pereira será elegir: continuar reinando en su división o saltar al terreno donde cada golpe pesa mucho más. Lo cierto es que Dana White lo respeta como pocos dentro de la organización y, como dijo, si “Poatan” insiste, probablemente lo consiga.

Merab quiere otra pelea en diciembre

Otro de los protagonistas del UFC 320 fue Merab Dvalishvili, que amplió su legado al imponerse con claridad a Cory Sandhagen en la pelea coestelar. El georgiano logró así su tercera defensa consecutiva del título del peso gallo y volvió a dejar claro que su motor es inagotable.

Tras su victoria, Merab fue directo: quiere su cuarta defensa antes de que termine 2025. “Me gustaría pelear en diciembre, en el último show del año”, declaró ante los medios. Su intención es mantenerse activo y seguir batiendo récords en la categoría más competitiva del momento.

Dana White aprovechó la conferencia para reconocer su actitud. “Merab es de esos peleadores que siempre están listos. Nunca dice que no. Quiere pelear, esté donde esté”, afirmó. El presidente de UFC confirmó además que la posibilidad de incluirlo en el cierre de temporada será uno de los temas principales cuando el equipo se reúna el próximo martes para analizar la nueva realidad tras este evento.

Con Pereira soñando con el peso pesado y Merab pidiendo otra defensa en diciembre, el UFC 320 deja un mensaje claro: la compañía vive uno de sus momentos más intensos. Hay campeones consolidados, historias cruzadas y una nueva era de estrellas que empuja con fuerza. Y Dana White, desde su posición, lo sabe: la planificación de los próximos meses definirá buena parte del futuro inmediato del UFC.

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