La pelea entre Israel Adesanya y Kelvin Gastelum en UFC 236 ha sido oficialmente reconocida como una de las mejores de la historia de la organización. En febrero de 2025, UFC anunció que este enfrentamiento, celebrado en abril de 2019, será inducido al Salón de la Fama de la UFC en la categoría de “Peleas Memorables”. Este reconocimiento no solo rinde homenaje a la calidad del combate, sino también a la valentía y resistencia que ambos luchadores demostraron dentro del octágono.

El Camino Hacia la Pelea

El combate se dio en un contexto crucial dentro de la división de peso mediano. Robert Whittaker, campeón indiscutido en ese momento, había sufrido una lesión que lo obligó a retirarse de su pelea programada con Gastelum. Como resultado, se organizó una lucha por el título interino entre Adesanya, un ascendente y carismático striker invicto, y Gastelum, un guerrero probado con experiencia en la élite del deporte.

La previa estuvo llena de expectativas. Adesanya había brillado en la UFC con un estilo dinámico y preciso, mientras que Gastelum llegaba con una combinación de agresividad y poder de nocaut que lo hacía un rival peligroso. A pesar del respeto entre ambos, la tensión era evidente: el ganador no solo se coronaría campeón interino, sino que también aseguraría un enfrentamiento con Whittaker por el título absoluto.

Una Guerra de Cinco Asaltos

Desde el primer asalto, la pelea cumplió con todas las expectativas. Gastelum presionó desde el inicio, conectando golpes certeros y poniendo a prueba la defensa de Adesanya, quien tuvo que ajustar su estrategia para mantenerse a flote. En los siguientes rounds, “The Last Stylebender” mostró por qué era considerado uno de los strikers más técnicos del deporte, utilizando su alcance y precisión para castigar a su oponente.

El punto de quiebre llegó en el cuarto asalto, cuando Gastelum sorprendió con una patada alta que sacudió a Adesanya, haciendo que muchos pensaran que la pelea estaba a punto de terminar. Sin embargo, el neozelandés-nigeriano respondió con determinación, sobreviviendo el ataque y entrando al quinto asalto con una mentalidad completamente renovada.

El round final fue un despliegue de corazón y resistencia. Adesanya dominó a Gastelum, derribándolo en múltiples ocasiones y casi finalizándolo con una sumisión. A pesar del castigo recibido, Gastelum se negó a caer, mostrando un espíritu inquebrantable. Cuando sonó la campana final, el público se puso de pie, sabiendo que acababan de presenciar una de las mejores peleas en la historia de la UFC.

El Impacto y la Inducción al Salón de la Fama

Israel Adesanya ganó por decisión unánime, llevándose el cinturón interino y asegurando su pelea con Robert Whittaker, a quien derrotaría meses después para convertirse en el campeón indiscutido. Sin embargo, la victoria sobre Gastelum marcó un antes y un después en su carrera. Adesanya ha reconocido en múltiples ocasiones que esa pelea lo llevó al límite y lo obligó a encontrar dentro de sí mismo la determinación necesaria para convertirse en campeón.

Seis años después, UFC ha decidido honrar este enfrentamiento con su ingreso al Salón de la Fama, consolidándolo como una de las mejores batallas en la historia de la compañía. La noticia fue recibida con entusiasmo por los fanáticos y los propios protagonistas, quienes han expresado su orgullo por haber sido parte de una pelea tan legendaria.

Adesanya lo resumió mejor que nadie: “Esa noche me encontré a mí mismo. Ahora, la historia recordará para siempre lo que hicimos en ese octágono”.