El presidente de UFC, Dana White, ha lanzado un ultimátum público en ESPN. Si Jon Jones no acepta un combate contra Tom Aspinall en las próximas semanas, la organización tomará otro camino. El anuncio se produce en medio del creciente malestar por la inactividad del campeón absoluto del peso pesado.

Jones no compite desde noviembre de 2023, cuando derrotó a Stipe Miocic. Desde entonces, ha estado recuperándose de una lesión. Por su parte, Aspinall ganó el cinturón interino en julio de 2024 y lo defendió con éxito este año, noqueando a Curtis Blaydes en pocos segundos.

Dana White fue directo:

“Si no conseguimos cerrar ese combate en un par de semanas, vamos a seguir adelante”, declaró a MMA Junkie.

La presión aumenta. Una petición pública para despojar a Jones del título ya supera las 190.000 firmas. La afición reclama claridad y movimiento en la división.

White defendió a Jones de las críticas. Aseguró que “nunca ha evitado una pelea”, pero calificó como “una locura” la situación actual. Reiteró que su deseo es ver la unificación contra Aspinall, aunque no descartó avanzar con otros nombres si el excampeón semipesado no responde a tiempo.

Mientras tanto, Tom Aspinall sigue en forma. El británico ha demostrado estar preparado para ser campeón absoluto. Su ascenso ha sido meteórico y su popularidad crece en cada aparición.

El combate entre Jones y Aspinall era uno de los más esperados. Pero si no se concreta pronto, UFC podría buscar una nueva solución. Nombres como Ciryl Gane o Sergei Pavlovich están en el horizonte.

Por ahora, el reloj corre. La pelota está en el tejado de Jon Jones.

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