Conor McGregor ha vuelto a dar señales de vida. El irlandés, que no pelea desde hace más de cuatro años, ha confirmado que su primer control antidopaje tras reingresar al programa de UFC ha resultado totalmente limpio. Un mensaje directo a quienes dudaban de su regreso.

El propio McGregor compartió en redes un vendaje en el hombro, señalando que era consecuencia de ese test. Sin embargo, la confusión llegó cuando la cuenta UFC Roster Tracker informó de que su nombre ya no aparecía en la plantilla oficial.

Las reacciones fueron inmediatas. Hubo quienes pensaron que McGregor había cambiado de opinión sobre su retorno. Otros llegaron a insinuar que había dado positivo. El irlandés respondió de forma tajante en un mensaje que luego eliminó: “Primera prueba, completamente limpio”, acompañado de la captura de un chat donde se confirmaba el resultado negativo.

Su última pelea fue la tercera contra Dustin Poirier, en la que sufrió una grave lesión en la pierna. Desde entonces, ha coqueteado en varias ocasiones con la idea de volver. Ahora, tiene un objetivo claro: el evento histórico que UFC planea para el 4 de julio de 2026 en la Casa Blanca.

Ese show formará parte de las celebraciones del presidente Donald Trump por el 250º aniversario de Estados Unidos. Será la primera vez que UFC organice un evento en ese escenario. Dana White aún no ha decidido el cartel, pero dejó claro que McGregor es una de sus apuestas más seguras.

“Confío en Conor. Nunca, salvo por una lesión grave, ha dejado de cumplir. Siempre ha respondido”, declaró en The Jim Rome Show. La comparación con Jon Jones fue evidente: “Con Jon soy un poco más escéptico”.

Jon Jones, otro excampeón de UFC, también quiere estar en la velada. Anunció su retirada, pero volvió tras conocerse los planes en la Casa Blanca. Aun así, White admitió que el historial de lesiones, problemas legales y cancelaciones de Jones le genera más reservas.

La logística de la cita todavía está en desarrollo. Mientras, McGregor ya ha dado el primer paso para regresar: volver al programa antidopaje y superarlo sin problemas. El irlandés, que acumula un récord de 22-6, quiere que su nombre vuelva a ocupar titulares por sus actuaciones en el octágono y no por rumores.

Si lo consigue, podría ser la cara visible de un evento que pasará a la historia de UFC. Un combate en la Casa Blanca, en el día más simbólico del calendario estadounidense, sería el marco perfecto para el regreso de “The Notorious”.

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