La noche de UFC 319 cambió la vida de Lerone Murphy. Su nocaut sobre Aaron Pico lo catapultó al primer plano de la división pluma y le dio la voz para hablar de lo que realmente desea: el cinturón de Alex Volkanovski. El británico, invicto y con la confianza de quien ha superado obstáculos dentro y fuera del octágono, no esconde su ambición.
“Me respaldaría contra cualquiera, incluido Volkanovski. Creo que puedo vencer a cualquiera en mi día”, aseguró en declaraciones a Card Player. Para Murphy, enfrentarse al histórico campeón australiano sería cumplir un sueño, pero también la oportunidad de asegurar un futuro para su familia y su gente. La motivación, dice, trasciende lo deportivo.
Preguntado por su particular Monte Rushmore de las MMA, Murphy ofreció una respuesta que mezcla respeto a los clásicos con admiración a quienes marcaron su generación. Citó a Khabib Nurmagomedov, a Jon Jones y a Conor McGregor en su mejor versión. El cuarto nombre fue el más difícil de elegir: primero pensó en José Aldo, pero rápidamente reconoció que Anderson Silva había sido quien lo enganchó al deporte en sus inicios.
Ese dilema refleja la riqueza de un deporte que ha cambiado de iconos en apenas dos décadas. Murphy pertenece a la nueva ola, pero no olvida a quienes abrieron el camino.
El lugar de Ilia Topuria
En su análisis del momento actual, el británico no dudó en incluir a Ilia Topuria entre los mejores libra por libra. Para Murphy, el georgiano-español ya está en la conversación de los grandes, pero aún le falta una pieza para alcanzar la cima del debate histórico.
“Si Topuria vence a Makhachev, será el GOAT”, sentenció. En su opinión, el campeón de peso ligero es ahora mismo la referencia del deporte. Superarlo significaría una validación definitiva. Y si Topuria decidiera retirarse en ese punto, cree que podría quedar en los libros como uno de los más grandes de todos los tiempos.
Murphy también reflexionó sobre Conor McGregor, cuya posible vuelta a la UFC genera más incógnitas que certezas. “Creo que de verdad quiere regresar, pero ¿es posible? No lo sé”, dijo. Y fue más allá: “Cuando has hecho ese dinero y vives así, es difícil volver, sobre todo con 37 años.”
Para él, la lesión y el estilo de vida de McGregor son barreras que hacen pensar que nunca volverá a ser el mismo, aunque el deseo de competir siga latente en el irlandés.
El peso pesado británico
Antes de terminar, Murphy reservó elogios para Tom Aspinall, campeón interino de los pesos pesados que se medirá a Ciryl Gane en octubre. “Es un atleta especial. No veo a nadie en esa división capaz de derrotarlo”, aseguró. Para Murphy, Aspinall está llamado a dominar, aunque admitió con cierta envidia el tiempo que su compatriota ha pasado esperando combates mientras él pedía rivales sin éxito.
Con el brillo del triunfo sobre Pico aún fresco, Lerone Murphy se proyecta hacia un futuro que podría incluir un título, un legado y un lugar en la conversación de los mejores. Su ambición es clara: ser campeón y dejar huella. Volkanovski, Topuria, Aspinall o McGregor son nombres que forman parte de su mapa mental. Pero el centro de todo sigue siendo él mismo, convencido de que su momento ha llegado.
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