El UFC Shanghai llega este sábado con un duelo coestelar que genera expectación y polémica. Aljamain Sterling, excampeón del peso gallo, se enfrentará a Brian Ortega, dos veces aspirante al cinturón pluma. La pelea será a cinco asaltos, un detalle que el neoyorquino no termina de comprender.

En la rueda de prensa previa, Sterling mostró su molestia. Confirmó que el combate contra Ortega será a 25 minutos, pese a no ser evento principal ni contar con una compensación extra. “¿Por qué vamos a pelear cinco asaltos sin un incentivo adicional? Es estúpido”, dijo. “Son diez minutos más de entrenamiento y diez más de pelea. No tiene sentido. Nadie quiere trabajar más por el mismo dinero”.

El “Funkmaster” insistió en que no se trata de una protesta contra UFC, sino de una cuestión de lógica. “En los contratos estaba puesto cinco asaltos. Yo pensé que quizá nos moverían al estelar, pero no ha pasado. Solo pedí un bono, algo extra, porque esto no es lo habitual. Ningún coestelar es a cinco asaltos si no hay un motivo económico”.

Sterling en su tercera vida

El estadounidense de 36 años vivirá en Shanghái su tercera pelea en el peso pluma. Perdió el título gallo en 2023 ante Sean O’Malley, pero se reinventó en 2024. En su debut pluma dominó a Calvin Kattar en UFC 300. Luego cayó ajustadamente ante Movsar Evloev en UFC 310.

Ahora, en su primer combate de 2025, busca consolidarse en la nueva división. “Este es un cruce enorme”, aseguró. “No quiero decir que sea a vida o muerte, pero es un momento clave. No me interesa pelear contra jóvenes que buscan hacerse un nombre a mi costa. Este tipo de peleas son las que me motivan”.

Ortega y la urgencia

Frente a Sterling estará Brian Ortega, que atraviesa un tramo complicado. El californiano llega con tres derrotas en sus últimas cuatro apariciones. La más reciente, en Noche UFC 2024, fue una paliza a manos de Diego Lopes. Con 34 años, necesita con urgencia una victoria que lo devuelva a la élite.

La oportunidad es doble. La división pluma se encuentra en plena reconfiguración tras el regreso de Alexander Volkanovski al trono en abril. El pasado fin de semana, Lerone Murphy fulminó a Aaron Pico y se colocó en la fila por una pelea titular. Sterling y Ortega saben que un triunfo en Shanghái puede colocarlos cerca de esa conversación.

Una pelea de futuro

Ambos se conocen bien del gimnasio. Comparten mánager y respeto mutuo. Sin embargo, la noche en China no dejará margen para concesiones. Sterling cree que es un “combate de encrucijada” para los dos. Ortega también lo asume así. Quien gane tendrá opciones de seguir en la carrera por el cinturón. Quien pierda, verá cerrarse puertas.

Sterling, siempre transparente, lo resumió con crudeza: “Si no soy suficientemente bueno, no lo soy. Puede ser por la edad, por el tamaño o por cualquier otra razón. Pero sigo entrenando con chicos jóvenes y sigo dominándolos. Si puedo trasladar eso al octágono, buenas cosas van a pasar”.

Este sábado en Shanghái, la división pluma del UFC tendrá una respuesta importante. Sterling y Ortega llegan con caminos distintos, pero con la misma urgencia. Cinco asaltos, sin extra de dinero, marcarán el destino inmediato de dos nombres que no quieren salir del mapa.

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