El Accor Arena se prepara para una nueva noche de emociones. Este sábado, UFC regresa a París con una cartelera que pone en el centro a Nassourdine Imavov y Caio Borralho, dos hombres que aspiran a convertirse en la sombra inmediata del campeón Khamzat Chimaev. No hay título en juego, pero sí un futuro que podría cambiar para siempre sus carreras.

El francés llega con el viento a favor. Su victoria sobre Israel Adesanya en Arabia Saudí confirmó que está listo para grandes retos. En París, Imavov no solo pelea por una posición en la clasificación: pelea por consolidarse como referente ante su gente. “Luchar aquí es un honor, pero también una carga. El público espera lo mejor de mí y no voy a fallar”, explicó días antes del combate.

Imavov combina técnica depurada en el striking, movilidad poco habitual en la categoría y una confianza que se ha disparado en el último año. Muchos consideran que ya merecía una oportunidad titular, pero la UFC decidió colocar otra prueba en su camino.

Borralho, el rival incómodo

Frente a él estará Borralho, un brasileño que ha pasado de ser una promesa a convertirse en una amenaza real. Siete victorias consecutivas en la promotora lo avalan. Su estilo es metódico, basado en el control y en la capacidad de desgastar a sus rivales. No busca el aplauso fácil, pero sí el resultado. En París tiene la ocasión de firmar la victoria que lo coloque definitivamente en la conversación por el título.

El sudamericano ha lanzado mensajes directos en las últimas semanas, acusando a Imavov de haber evitado el enfrentamiento en el pasado. El francés ha restado importancia a esas palabras, pero la tensión entre ambos añade un matiz extra a un combate ya de por sí decisivo.

Más allá del estelar

La velada en París no se limita a la pelea principal. Benoît Saint Denis, uno de los favoritos locales, buscará brillar de nuevo frente a Mauricio Ruffy en peso ligero. Paul Craig se enfrentará a Modestas Bukauskas en semipesados, en un choque que promete dureza. Además, nombres como William Gomis y Axel Sola completan una cartelera pensada para lucir el talento europeo.

El panorama del peso medio está en plena reestructuración. Dana White lo ha definido como una especie de torneo abierto, donde no bastará con ganar: habrá que convencer. París será la primera parada de ese proceso, y el público francés lo vivirá con la intensidad de quien siente que tiene a su representante más cercano a la cima.

Imavov quiere su oportunidad dorada. Borralho pretende asaltar la élite desde la sombra. El sábado, en París, uno de los dos dará un paso decisivo hacia el trono que Chimaev defiende.

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