La rueda de prensa de este miércoles, convocada para promocionar la revancha entre Chris Eubank Jr. y Conor Benn, terminó convertida en un vendaval de acusaciones que eclipsó cualquier análisis deportivo. El combate sigue fijado para el 15 de noviembre, pero el ambiente que dejó Eubank no puede ser más tenso.

El británico cargó primero contra Robert Smith, máximo responsable de la British Boxing Board of Control (BBBoC), a quien llamó “sinvergüenza” por permitir, según él, que Benn utilizara guantes con crin de caballo en el primer combate y por no garantizar su seguridad tras la pelea. Aseguró que la ambulancia que debía trasladarlo al hospital por una fuerte deshidratación fue bloqueada durante 20 minutos a la salida del Tottenham Hotspur Stadium.

Eubank no se detuvo ahí. Acusó a Smith, a Benn y al promotor Eddie Hearn de “romper reglas y pasar por encima de cualquiera” para ganar ventaja. “Harán todo lo posible para destruir a quien se interponga. Son lobos con piel de cordero”, declaró ante una sala que minutos antes había guardado silencio en memoria de Ricky Hatton.

Hearn reaccionó de inmediato, visiblemente irritado, y calificó las afirmaciones de “disparate absoluto”. El promotor insinuó medidas legales y recordó que los traslados médicos en cada velada quedan registrados con precisión. “Lo que ha dicho es imperdonable. Lo abordaremos en las próximas 48 horas”, advirtió.

Benn, en contraste, mantuvo la calma y rindió homenaje a Hatton con una camiseta del Manchester City. Reconoció la dificultad del primer duelo: “Pensé que lo noquearía en tres o cuatro asaltos, pero me dio una pelea tremenda. Esta vez haré lo necesario para ganar”.

Eubank, que ganó aquella batalla por decisión unánime (116-112) tras 12 asaltos de máxima intensidad, recordó que ha sido el “villano” del boxeo británico durante 14 años. “Ahora la gente me apoya, pero Benn no es el campeón del pueblo. Que deje de creerse las mentiras de Hearn”, dijo, entre provocaciones.

El primer enfrentamiento entre ambos estuvo rodeado de polémica: Benn dio positivo en controles antidopaje, hubo batallas legales y dudas sobre la capacidad de Eubank para bajar de peso. La pelea fue un espectáculo, pero acabó con los dos hospitalizados.

Con esta nueva andanada, la rivalidad sube de temperatura. El 15 de noviembre sigue en pie, pero las graves acusaciones contra la BBBoC y la promotora añaden un componente de incertidumbre que trasciende el cuadrilátero. Lo que debía ser una simple presentación terminó como una declaración de guerra verbal que deja la revancha envuelta en un clima explosivo.

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