Nogales volvió a sentir el rugido del boxeo con el regreso de Óscar Valdez. Más de una década había pasado desde que el excampeón mundial en dos divisiones peleó en México. El Domo Binacional lo recibió con fervor, pero la noche no fue tan redonda como soñaba: ganó, sí, pero con más esfuerzo del esperado.

Valdez se impuso a Ricky Medina por decisión unánime tras diez asaltos intensos. Los jueces firmaron 100-90, 98-92 y 97-93. Las cifras reflejan un dominio claro, pero no transmiten las dificultades que atravesó el sonorense de 34 años. El texano de 24 resistió cada embate, lo llevó a las cuerdas en varios pasajes y frustró el objetivo que Valdez perseguía: un triunfo con nocaut para volver a ilusionar a su gente.

La pelea comenzó con un Valdez buscando imponer experiencia y presión, pero Medina respondió con carácter. En los asaltos cuarto y quinto, el excampeón encontró su mejor versión: combinó arriba y al cuerpo, hizo retroceder a su rival y por momentos pareció que el desenlace estaba cerca. Sin embargo, Medina se mantuvo en pie y devolvió golpes, minando la confianza del local.

En el octavo y noveno, Valdez descargó golpes de poder, pero la resistencia del texano volvió a quedar de manifiesto. Las manos que en otros tiempos hubieran derribado a rivales de primer nivel, esta vez no surtieron el mismo efecto. El décimo round fue una metáfora de la pelea: Valdez insistiendo, Medina respondiendo con orgullo, ambos dejándolo todo sin que llegara la definición.

Al final, el mexicano se sinceró. Admitió una lesión en el hombro desde el primer asalto y prometió mejores actuaciones en el futuro. “Sé que hoy no fue mi mejor espectáculo, pero prometo regresar a casa y darles una gran pelea. Me lastimé el hombro en el primer asalto y eso me impidió hacer lo que quería. Quiero volver a ser campeón mundial. Quiero regresar a casa con ese título”, afirmó.

El triunfo, necesario para mantener vivas sus aspiraciones, deja a Valdez con un balance de 33-3 (24 KOs). Medina, que ahora registra 16-4 (9 KOs), se marchó con la frente en alto tras plantar cara a un excampeón que buscaba reencontrarse.

Nogales celebró la victoria, pero también se marchó con preguntas. ¿Puede Valdez volver a ser el peleador dominante que fue en pluma y superpluma? ¿O los años y las guerras sobre el ring han pasado factura? Lo cierto es que el regreso a casa mostró a un Valdez guerrero, pero sin la contundencia que lo llevó a lo más alto.

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